lunes, 9 de mayo de 2011

ABRENOITE

Caen las horas, como hojas, lentamente este día de primavera en el otoño de la vida. Es temprano pero espero que te asomes, que vengas a saludarme como todas las noches. Como otras tardes mis ojos te buscan en la luz que va escondiéndose, en el rojo intenso del cielo que se cuela entre las nubes. Acudes justo a la hora de siempre, puntual recordándome querido amigo murciélago, que eres el abrenoite. Abres la noche para los sueños.

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